1. Elige el color de los zapatos que combine con el de tu ropa, en lugar del color que compite con ella.
Cuando uses un vestido con un diseño colorido y audaz, usa con él unas simples zapatillas de tacón, negras y sin adornos.
Si tienes una noche muy activa por venir, considera unas zapatillas, con o sin tacón, que puedas usar con todo.
2. Añádele sabor a un conjunto sencillo usando zapatos con colores vivos.
Añade un poco de color usando un par de zapatillas de tacón rojas con un vestido negro o café.
Si traes puesta una blusa sencilla con unos pantalones neutros o de mezclilla, intenta probar con unos zapatos elegantes pero con un diseño único, como puede ser, piel de caimán.
3. Si estás usando un conjunto muy colorido, afina los detalles en uno de los colores encontrados en tu ropa. Por ejemplo, si traes puesta una blusa con un diseño geométrico en colores morado y rosa, considera un color morado oscuro para los zapatos.
4. Evita mezclar los colores de manera estricta. No uses un solo color de pies a cabeza. Si traes puesta una blusa azul y una falda azul, evita usar zapatos azules.
5. Considera matices diferentes. Si traes puesta una blusa de color rosa claro, intenta usar unos zapatos de piso o zapatillas de tacón en un tono de rosa diferente, en lugar de unos zapatos en el mismo tono de rosa.
Usa zapatos de piel en color café o negro si tu trabajo es conservador.
Incorpora color solo si tienes un trabajo menos estricto con un código de vestimenta casual.
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