
1
Sé flexible en primavera. Puedes elegir tanto zapatos de invierno como de verano según tu guardarropa vaya evolucionando a través de la primavera.

2
Aligérate en el verano. El verano es la época para disfrutar de tus sandalias y alpargatas.

3. Da marcha atrás en el otoño. Aún puedes ser un tanto flexible según vaya siendo la transición de tu guardarropa al invierno, pero evita las sandalias y alpargatas. No van con las telas gruesas y los colores del otoño.

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